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Año XVI, 16 de julio de 2024


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Verónica Estay, autora de ‘La resaca de la Memoria’: “El estigma del crimen es más fuerte que el hecho de ser hija de sobrevivientes”

La Doctora en Literatura Francesa, hija de exiliados políticos y sobrina de Miguel Estay "El Fanta", reconstruye en un reciente libro su historia familiar. Además, como líder de Historias Desobedientes cuestionó el nivel de negacionismo en Chile.

Bárbara Paillal

  Viernes 25 de agosto 2023 20:04 hrs. 
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Como hija de sobrevivientes de la dictadura y sobrina al mismo tiempo de un responsable de crímenes de lesa humanidad, Verónica Estay Stange (43), en  su relato se observa una doble filiación.

Es lo que explica en su más reciente libro “La resaca de la memoria”, pues la Doctora en lengua y literatura francesa pertenece a esos casos únicos cuya ascendencia comparte los dos lados de la historia. Sus padres son exiliados políticos que llegaron a México tras el golpe de Estado en 1973, asimismo su tío fue Miguel Estay  “El Fanta”, colaborador de la dictadura y condenado a cadena perpetua por el Caso Degollados. 

Esa doble militancia la llevó a sumarse al colectivo Historias Desobedientes, hijas, hijos y familiares de genocidas en defensa de la Memoria, la Verdad y la Justicia de Chile en 2018. Un colectivo único en el mundo que nació un año antes en Argentina como repudio de los descendientes a las acciones criminales del familiar genocida. 

Más tarde, la autora también se sumaría a la Asociación de Ex Presos Políticos en Francia, donde hoy es vicepresidenta. “Tuve que pasar por los Desobedientes para después sumarme al trabajo de memoria, pero mi militancia de base fue y son los desobedientes porque creo que el estigma del crimen es más fuerte que el hecho de ser hija de de sobrevivientes sobre todo porque tenemos el mismo apellido y es un apellido poco común”, afirmó. 

“Entonces, me parecía más honesto salir diciendo ‘sí, soy sobrina de tal y hago esto’ y no esperar a que me lo preguntaran en alguna agrupación de víctimas a la cual quisiera sumarme”, aseguró.

Cuando Estay aún vivía en México con sus padres ya sabía a grandes rasgos lo que había pasado, pero para dimensionar lo ocurrido hizo falta mucho tiempo. No fue hasta que emigró hace 20 años a Francia, donde hoy se desempeña como docente en el Instituto de Estudios Políticos de París, que cayó en el impacto de su historia al tener contacto con otros exiliados políticos que reaccionaban al escuchar su apellido.

Igualmente de extenso fue el período para atreverse a entregar su relato, Verónica contó que “en principio no había previsto hacer un libro, incluso yo llegué a Historias Desobedientes diciendo ‘bueno, esta es mi historia, soy hija de tal, sobrina de tal, pero les aviso de una vez que yo nunca voy a hablar públicamente, no voy a dar entrevistas y mucho menos escribir un libro’.

Llegué muy temerosa y con mucha dificultad para hablar del tema porque son temas dolorosos, son temas difíciles que implican a otras personas además de uno, implican a toda la familia”, añadió. 

Estay precisó que “yo sabía que sobre mi apellido pesaba un estigma, todavía es el caso y eso crea muchos a priori que entiendo y que respeto, entonces justamente porque los entiendo y los respeto me parecía muy difícil alzar la voz”. 

Sin embargo, más tarde se vio involucrada en la edición del libro colectivo “Escritos Desobedientes” y, posteriormente, con su presentación vio necesario contar su historia para explicar el por qué había participado en su construcción. En algún momento luego de eso, la autora sintió que había demasiada historia y palabras saturadas en ella.

Tras dos años de escritura y con una investigación previa de 10 años, sin pensar que iba a desembocar en un libro, hoy se encuentra de gira por nuestro país para dar a conocer “La resaca de la memoria” cuyo “horizonte último, al mismo tiempo individual y colectivo, son los derechos humanos”.

Imagen portada "La resaca de la memoria".

Imagen portada “La resaca de la memoria”.

“En el libro lo que traté de plasmar no sólo fue una historia personal que pasa por lo más íntimo, sino también cosas que fueran comunes a los miembros de mi generación, por ejemplo, la herencia del exilio. También está el tema de la prisión y la tortura que uno no vivió pero sí los padres”, afirmó.

La docente también agregó que “después está el hecho de ser sobrina de un responsable de crímenes de lesa humanidad, ahí también trato de nutrir mi propio discurso con el modo de sentir y de asumir todo esto por parte de los miembros de historias de sobrevivientes”.

Otra arista a destacar del libro es que relata parte de los primeros encuentros entre Verónica Estay y las víctimas o descendientes de víctimas de la dictadura. “Hay prácticamente un capítulo entero dedicado a mi encuentro con Manuel Guerrero. También menciono un encuentro muy importante para mí si bien solo fue por Whatsapp con Camilo Parada y después viene el encuentro con los compañeros de la Asociación de Ex Presos Políticos chilenos en Francia”, detalló.

En ese capítulo, Estay dio cuenta de lo que provocaron esos encuentros “con esta condición de ser hija de y, por lo tanto, compartir muchas cosas con ellos y al mismo tiempo sobrina de y, por lo tanto, tener un rasgo que nos distingue”.

Por azares del destino, comentó la autora, el libro fue lanzado ad portas de los 50 años del Golpe, si bien volvió “como hija del exilio” hace cinco años a Chile y, por lo tanto, se declara con una visión parcial de lo que ocurre en nuestro país, sí cuestiona el grado de negacionismo presente previo a la conmemoración.

“Me parece, junto con mis compañeros desobedientes, que el aumento del negacionismo es absolutamente preocupante, que a estas alturas después de todo  lo vivido, todas las verdades, insuficientes pero al fin y al cabo verdades, que han salido a la luz es casi inconcebible que hayamos llegado a este grado de negacionismo“, sostuvo la escritora.

En ese sentido, Estay concluyó señalando que desde Historias Desobedientes “eso es lo que nos motiva a alzar la voz, a mantenernos firmes a pesar de las críticas que a veces se dirigen a nosotros, por parte de la izquierda misma lo cual como digo, se entiende, se respeta, pero a pesar de eso es justamente la necesidad de librar una batalla contra el negacionismo, contra los que hacen una revisión de la historia justificando lo que ocurrió“.

El libro “La resaca de la memoria” puede ser adquirido en la página www.lom.cl

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