Gobierno alemán proscribe otra organización neonazi

La decisión de Berlin ha dejado fuera de la ley esta vez al grupo racista de ultraderecha "Artgemeinschaft", conocido por su adoctrinamiento de niños, mientras la policía registraba de madrugada docenas de viviendas de sus miembros y otros edificios.

La decisión de Berlin ha dejado fuera de la ley esta vez al grupo racista de ultraderecha "Artgemeinschaft", conocido por su adoctrinamiento de niños, mientras la policía registraba de madrugada docenas de viviendas de sus miembros y otros edificios.

Alemania ha proscrito legalmente a partir de hoy al grupo ultraderechista “Artgemeinschaft” o “Comunidad racial”, incluidas todas sus suborganizaciones. El decreto de prohibición, firmado por la ministra del Interior, Nancy Faeser, prohíbe esta organización ultraderechista y neonazi, que promueve el racismo, la xenofobia y el antisemitismo. La Policía ha registrado este miércoles 26 viviendas de 39 extremistas, así como los locales de la asociación en 12 estados federados. 

Se trata de otro duro golpe contra el extremismo de derechas y contra los incendiarios intelectuales que difunden hasta hoy ideologías nazis, “los que han intentado formar nuevos enemigos de la Constitución mediante el repulsivo adoctrinamiento de niños y jóvenes”, dijo la ministra Faeser.

La organización está interconectada con muchos grupos ultraderechistas y de la autodenominada “nueva derecha” en Alemania, los que representan diversas corrientes extremistas y constituyen una gravísima amenaza para el orden democrático, agregó. La agrupación, que se presentaba como una “comunidad de fe”, cuenta con alrededor de 150 miembros y bajo la apariencia de un credo pseudo religioso de adoración a los dioses de la mitología germana, la “Artgemeinschaft” difunde una visión del mundo que atenta contra la dignidad humana, siendo su objetivo declarado la preservación y promoción de lo que consideran la “especie”, que puede equipararse al término nacional-socialista de “raza”, señaló la ministra. 

Además, para adoctrinar a niños y jóvenes utilizan literatura nazi sólo levemente modificada. La ideologización, radicalización y reclutamiento de no miembros de la organización con ideas de extrema derecha se llevaba a cabo a través de la gestión de un “servicio de libros” propio de la asociación, un portal en internet y la presencia en redes sociales. Además de la ideología de doctrina racial, el simbolismo, los mensajes y las actividades del grupo mostraban una serie de otros paralelismos con la ideología nazi.

Ejemplo de lo anterior es que el grupo entregaba instrucciones a sus miembros acerca de cómo escoger al “cónyuge adecuado” dentro de la “especie humana” del centro y norte de Europa, porque así se asegurarían de transmitir la herencia genética “correcta”, según la concepción ideológica racista de la agrupación. Del mismo modo, las personas provenientes de otros orígenes étnicos, culturales o sociales eran menospreciadas, según el comunicado del ministerio del Interior alemán.

El gobierno alemán ilegalizó el mes pasado al grupo neonazi Hammerskins Germany y allanó viviendas de docenas de sus miembros. Esa era una escisión de un grupo extremista conservador estadounidense y tenía una gran influencia en el ambiente europeo de ultraderecha.

El ministerio del Interior alemán llevaba cerca de un año siguiendo los movimientos del grupo, calificado por Faeser de “organización sectaria, profundamente antisemita y racista”. Pero en este caso, el proselitismo activo practicado por esos militantes ultra reaccionarios estaba concentrada no en la en los dioses de la mitología ancentral, sino en la difusión de música marcial y otras formas de propaganda neonazi.  

Sus orígenes se remontan a 1951 y se considera la más antigua entre las agrupaciones de este espectro, con estructuras y métodos más cercanos a los de una secta que a los de una organización política. Basa su ideología en aspectos ancestrales, como su convicción en una superioridad étnica germánica, pero la razón fundamental para su ilegalización es que persigue la abolición del orden constitucional alemán y sus instituciones, al igual que otras organizaciones mayores, como los denominados Reichsbürger Ciudadanos del Reich, que no aceptan ni reconocen a las autoridades y estructuras del Estado alemán actual.

El departamento de Defensa de la Constitución -los servicios secretos del ministerio del Interior alemán- había constatado en su informe anual de 2020 una creciente actividad en el adoctrinamiento de los menores. Recomendaba a sus seguidores tener el máximo número posible de hijos, a los que inculcarían teorías que, además de racistas o antisemitas, resultaban, asimismo, claramente anticristianas orientándose más bien hacia las mitológicas pseudoreligiones ancestrales, según ese informe.





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