El Gobierno presentará, a través del ministerio de Economía, un reglamento que apuntará a evitar contagios entre centros salmoneros en caso de enfermedades y recuperar una industria que se vio gravemente afectada por el virus ISA.
Cabe recordar que crisis producida entre 2007 y 2009 dejó como saldo 20 mil trabajadores cesantes, más de dos mil millones de dólares en pérdidas y el 80 por ciento de los centros en reposo sanitario.
Este año, según estimaciones de SalmonChile, la producción alcanzaría a penas a unas 245 mil toneladas frente a las 400 mil toneladas de tres años atrás.
Entre las medidas que propone el Ejecutivo se encuentran ampliar en 5,6 kilómetros la distancia entre agrupaciones de concesiones a los ya definidos 2, 8 entre centros salmoneros.
Además se sugieren normas para el sacrificio de peces enfermos, la facultad de Sernapesca de solicitar una investigación oficial ante la aparición de alguna enfermedad, mayor control en la importación de maquinarias y la notificación inmediata al aparecer una patología, en vez de las 48 horas de plazo actuales.
El presidente de la Federación de Trabajadores de la Industria Pesquera de Puerto Montt, Ricardo Casas, afirmó que aún no conocen el nuevo reglamento sanitario pero advirtió que existe preocupación de que puedan afectar su fuente laboral.
“Hay medidas sanitarias que estarían afectando a algunas empresas salmoneras, donde hay ciertas restricciones para realizar el trabajo en los estuarios. Por lo que tenemos un problema con los empleados directamente porque ellos quedarían sin su fuente laboral, y se trata de trabajadores que han estado allí toda una vida, que no cuenta con terrenos rurales para vivir de eso. Además que no conocemos nada de los reglamentos”, señaló Casas.
Hasta el momento, añadió el dirigente gremial, no hay un repunte en la industria en la décima región y aunque se han creado algunos puestos de trabajo son precarios.
Desde el punto de vista ambiental Juan Carlos Cárdenas, director de Ecocéanos, subrayó que las nuevas disposiciones planteadas por Economía son sólo una forma de detener la bomba de tiempo en la que se ha constituido la industria salmonera.
Cárdenas criticó además la despreocupación por el primer brote del virus ISA en la región de Magallanes, a pesar del anuncio de nuevas regulaciones, pues se trata de un centro que opera ilegalmente, porque triplica la producción de salmones permitidos por la autoridad y procesa parte de la población de peces infectada para el consumo humano.
“Nosotros vemos que hay una contradicción entre las formalidades de nuevas normativas las cuales no se están cumpliendo y el Estado no tiene ninguna capacidad de ejercer su autoridad para el cumplimiento de esta normativa. Lo que está ocurriendo nuevamente en estos despidos en el sector patagónico, donde el Estado, expresamente Sernapesca no tiene ni la voluntad política para regular y controlar a la industria, pero tampoco tiene los medios ni el personal suficiente”, indicó el ecologista.
Según Juan Carlos Cárdenas hay una cultura empresarial salmonera que sigue funcionando en base a un crecimiento exponencial de las producciones sin respetar los reglamentos y es difícil que eso cambie.