Experiencia escénica inspirada en La Consagración de la Primavera de Igor Stravinsky, con 40 performers actuando simultáneamente a través de sus  cuerpos y voces en movimiento, generando emociones y sensaciones que invitan a un viaje polirítmico como gran rito contemporáneo a través de la musicalidad. El público es invitado a sentir una escena sensorial de aromas, respiraciones, sonidos, texturas, temperaturas, colores y energías en evolución constante. Se activa la percepción en la presencia colectiva creando un fenómeno de cuerpo multitudinario en evolución constante, en una atmósfera que integra a todos.