Esta nueva conmemoración del Golpe de Estado encuentra al país en un contexto de crisis sanitaria y económica y en la antesala de un plebiscito para definir si Chile tendrá o no una nueva Constitución.
Los dichos se emanaron durante la tradicional romería que se realiza cada año por las organizaciones. El acto contó con una masiva asistencia y se desarrolló en forma pacífica con excepción de algunos disturbios aislados.