Más de mil músicos forman parte de agrupaciones que han suspendido ensayos y conciertos, pero no se detienen. Las clases se hacen por videollamada. Los instrumentos se practican intentando no molestar a la familia. Y hasta dentro de un clóset.
Durante la presentación de las medidas -que abarcan áreas territoriales, de salud y educación, entre otras- la pauta de prensa online fue intervenida con manifestaciones en contra de las demandas feministas, un hecho que fue condenado por las convocantes.