Representantes de Metro, junto al ministro de Transportes presentaron un plan para hacer frente a las fallas que, aseguraron, seguirán existiendo. Este procedimiento tendrá un costo de 100 millones de dólares y contempla un nuevo enfoque en el mantenimiento, la forma de operaciones y la comunicación con los usuarios. El anuncio fue valorado por expertos y criticado por dirigentes sindicales de esta empresa.