Los autos eléctricos aparecen como una utopía tecnológica que nos deslumbra e ilusiona, pero su aparición plantea numerosos desafíos a la planificación y movilidad urbana pues con ellos no termina la congestión y aumenta la demanda por infraestructura para la carga, entre otras cosas. ¿Cómo se adapta entonces el espacio público y la ciudad a este tipo de vehículo?
Con una fuerte presencia mediática en la carrera de Fórmula E y un discurso en favor de la electromovilidad, el revisar la flota de automóviles de la cartera, apenas uno de los 22 vehículos que posee el ministerio es eléctrico. “Hay una contradicción evidente entre el discurso del ministro y las acciones concretas que ha implementado puertas adentro”, señalan desde Greenpeace.
