El crimen del profesional, colaborador asociado del Washington Post, generó indignación internacional. Agencias de inteligencia occidentales no dudaron en asegurar que el heredero saudita, Mohamed bin Salman, habría autorizado el brutal homicidio.
Gobiernos de ese continente repudiaron el asesinato cometido en el consulado de ese país en Turquía e incluso emplazaron a terminar con la venta de armas comprometidas. Mientras, el príncipe heredero Mohamed bin Salman se reunió con el secretario del tesoro norteamericano en Riad.
Luego de 18 días desde la desaparición del columnista de The Washington Post, el fiscal general saudí anunció que los primeros resultados de la investigación revelan que Khashoggi murió durante los interrogatorios a los que fue sometido en el consultado saudí en Estambul.
Presidente turco apunta al uso de sustancias tóxicas que terminaron con la muerte del profesional en la sede diplomática. Estados Unidos busca a los responsables del crimen del columnista del The Washington Post, aunque el presidente Donald Trump aseveró que Riad debe ser considerado inocente en este caso.