La multitudinaria caravana de extranjeros que iniciaron su viaje a pie con destino a Estados Unidos el 24 de diciembre pasado desde el estado de Chiapas, se disolvió luego que las autoridades migratorias mexicanas prometieran tramitar sus casos.
Son miles los migrantes hondureños y centroamericanos que marchan en las rutas de México rumbo a Estados Unidos. Muchos vienen acompañados por sus niños, porque sus padres decidieron llevarlos a pesar de los peligros que significa este viaje. Serían unos 1.500, y son los más vulnerables de esta caravana.
En México, el Instituto Nacional de Migración (Inami) atendió durante este sábado más de 600 solicitudes de integrantes de la caravana de migrantes. Entre ellos, en su mayoría hondureños, se agruparon en la frontera con Guatemala.