Inquietud internacional causa el aumento de condenas a la pena capital: el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU declaró estar “profundamente preocupada por el uso de la pena de muerte” en las sentencias de la justicia saudí.
El acuerdo nuclear entre Irán y el Grupo 5+1, significó un duro revés para los sectores belicistas de Occidente, como también fue un golpe difícil de sobrellevar para Israel y Arabia Saudí; tradicionales enemigos de Irán.
las autoridades saudíes han mostrado su ineficacia en resguardar este lugar santo para el mundo musulmán y requiere tenerse entonces una mirada crítica, donde la voz de los cientos de millones de fieles se hagan sentir y exigir que las medidas de seguridad, una administración de calidad, el cuidado de medios de transporte, el uso de medios de rescate y sobre todo medidas de prevención frente a multitudes que año a año acuden a la ciudad santa sean una realidad.
Suele decirse que no hay mejor solución para descomprimir los problemas políticos y económicos internos de un país, que exteriorizar esas dificultades – sacarlos de las fronteras – y ojalá con una guerra que frene las críticas a esos problemas domésticos en función de la defensa de la patria, de la seguridad nacional o en apoyo de los llamados de auxilio de un gobierno amigo en peligro. Arabia Saudita no es la excepción, el problema radica que Yemen está muy cerca, el radicalismo takfirí puede significarle un dolor de cabeza más que un paliativo y tenerlo a las puertas de sus fronteras y tensionar aún más el precario equilibrio al interior de la familia de la Casa al Saud.