Los bombardeos se dirigieron contra un cuartel general de espionaje y una congregación de grupos terroristas “anti iraníes”. Autoridades de la región, confirmaron la muerte de cuatro civiles.
Estados Unidos y otros países que participan en la “operación Guardián de la Prosperidad” exigen a los rebeldes poner fin a sus acciones y profieren amenazas como: “tendrán consecuencias”.
Los 160 firmantes expresaron que hoy el mundo es testigo “de los bombardeos israelíes a población civil, la destrucción de hospitales y la matanza indiscriminada de niños y niñas”.