Las distintas organizaciones ciudadanas que monitorean el proceso manifestaron su preocupación debido a la tardanza en la revelación de resultados de los diferentes cabildos realizados como parte de este programa. Se estima que las conclusiones de la etapa participativa del proceso constituyente entreguen en diciembre al Consejo Ciudadano de Observadores.
Frente a ello, distintas organizaciones impulsaron discusiones paralelas a la propuesta del Ejecutivo.
Las inquietudes radican principalmente respecto de los derechos sociales y colectivos, considerando que en marzo se adoptarán una serie de definiciones para configurar el proceso de participación ciudadana. La autodeterminación de los pueblos aparece como una de las exigencias prioritarias.
Para el parlamentario cercano a la DC, el retraso es evidente. Incluso se transformaría en un tema de campaña de las próximas presidenciales, dando paso a que el próximo gobierno deseche todo lo avanzado. Críticas que también surgen desde los partidos y del Consejo Ciudadano de Observadores.
No son pocos los que piensan que el inicio de los “diálogos ciudadanos” es la oportunidad para un reencantamiento con la política. Sin embargo, también surgen suspicacias sobre la cooptación que generarían las colectividades en el camino hacia la nueva Constitución.
Como parte del proceso constituyente anunciado por el Gobierno, desde diversos sectores consideran la instancia como excluyente, innecesaria y con una sobrerrepresentación de la derecha. Incluso, que pudiera ampliarse e incorporar a otros sectores que no fueron considerados.