En los más de 40 años de servicio del general Fuente-Alba, el uniformado se desempeñó en el cumplimiento de múltiples misiones institucionales del Ejército. Sin embargo, una de estas funciones ha pasado inadvertida: en 2007 dio término judicial a un millonario fraude fiscal conocido como “Membrillo-Gate”, atenuando el delito y protegiendo el destino de los militares involucrados.