El proyecto de ley que cambia la institucionalidad cultural creada bajo el gobierno de Ricardo Lagos, tiene a la cultura en el pabellón. La ausencia de una discusión democrática y amplia pone en peligro la vocación de una ley llamada a proteger uno de los bienes más valiosos de nuestro país que podría continuar con su diagnóstico de “estable dentro de su gravedad”.