Lituania, Letonia y Estonia, los Estados bálticos, convocaron este lunes a los respectivos embajadores de China debido al malestar suscitado por las declaraciones del representante chino en Francia poniendo en duda la soberanía de esas tres naciones.
Los ingresos por la venta de los Estcoins se usarían para financiar la mejora y expansión de los propios servicios digitales estonios, lo que, a su turno, aumentaría el valor implícito y de cambio de dichas criptomonedas, dado que serían capaces de adquirir los servicios que el país oferta en esta área. El dinero recaudado se administraría de la misma forma en que Chile o Noruega gestionan los ingresos procedentes del cobre o petróleo, mediante un fondo soberano de reserva.