Los estudiantes pertenecientes al 60 por ciento más vulnerable y que accedan gratuitamente a la universidad, solo podrán cambiarse una vez de carrera. Ante esta exigencia del Ministerio de Educación, que fue avalada por el Consejo de Rectores, los académicos Francisco Javier Gil y Ernesto Treviño piden que de la mano de esta medida se implemente un plan que mejore la orientación vocacional de los futuros profesionales.
Para 2017 se espera integrar una nueva arista en esta herramienta de medición: restarle puntaje en la Prueba de Selección Universitaria a los alumnos que obtengan notas bajo el promedio del establecimiento. Uno de sus creadores asegura que la medida busca beneficiar a los colegios con menores recursos, aunque desde una óptica académica se asevera que éste no puede ser el único instrumento para remediar las desigualdades del sistema educacional.