Después de 17 cirugías y 45 días en el hospital, Brandon Hernández Huentecol tiene rabia. Le cuesta expresar lo que sintió cuando el pasado 24 de enero, el Tribunal de Angol determinó que el carabinero que le disparó cumpliría una condena en libertad. Tras la sentencia, rompió el silencio y habló de la impotencia que sienten él y su familia. “Me trataron de matar, a quemarropa y estando en el suelo”, relata.