En el marco de la crisis sanitaria, las librerías nacionales han enfrentado una situación dramática. Sin posibilidades de atender al público, sin ferias ni grandes incentivos, han debido adecuarse a las circunstancias, arrastrando pérdidas millonarias. “Varios van a quebrar”, comenta el librero, Octavio Rivano.
Cuatro mil libros vendidos era el último conteo de la librería popular de Recoleta, inaugurada hace casi dos meses. Este medio conversó con el administrador de la iniciativa, José Antonio Sabat, quien indicó que no le llama la atención que se aún crea que solo a los sectores medio y medio alto les interesa la lectura. “Esta manera de pensar de los libreros es natural y es lo más cómodo para muchos que todo se mantenga igual”, aseguró.
El certamen que se realiza en la Universidad Mayor se extenderá hasta el 9 de febrero, consolidándose como uno de los espacios literarios más esperados de la época estival