No puede ser casualidad que en ambas obras se respire el miedo a la represión y la desesperanza, como también la voluntad de luchar y de buscar un mundo mejor.
Hasta mediados de diciembre se presenta la obra de la dramaturga Nona Fernández y el director Marcelo Leonart, que contrasta los movimientos secundarios de mediados de los 80 con las manifestaciones de los años recientes.