El joven delantero de Deportes Linares se cansó de aparecer en la prensa cada vez que se habla de su padre y de los seis meses que lleva prófugo de la justicia. Al estigma de haber sido criado en La Legua, se le han sumado los calificativos de “delincuente”, “narcotraficante” e incluso en ocasiones lo han tratado de “asesino”. Una carga que, reconoce, le ha afectado en la concreción de su mayor sueño: llegar al fútbol profesional.
Más de mil metros cuadrados en el exterior del recinto cultural, ocupa la monumental intervención pictórica de este artista de la zona que ha creado una serie de murales de valor patrimonial en la ciudad.