Al menos 80 personas murieron y otras 140 resultaron heridas en la explosión suicida registrada este viernes en una mezquita chií de la ciudad de Kunduz, al noreste de Afganistán, según fuentes médicas. Este es el golpe más duro que recibe el recién nacido Emirato Islámico de Afganistán desde que un kamikaze se inmoló el 26 de agosto en uno de los accesos del aeropuerto matando al menos a 170 personas.
La efeméride será conmemorada con la reapertura de la mezquita y Centro Cultural Mohamed VI en la ciudad de Coquimbo, además de una exposición que contará con expositores marroquíes, chilenos y de otros países.
El Canciller argentino, Héctor Timerman, ha sostenido, en una opinión compartida por países como Bolivia y Venezuela que “lo que realmente debería estar haciendo la Asamblea General de las Naciones Unidas es votar para que Palestina sea un miembro de pleno derecho en una organización que indudablemente necesita reformas”. En cambio Washington, a través de Samantha Power, embajadora de Estados Unidos ante la ONU, votó en contra y señaló que “esta decisión de izar la bandera palestina en la sede de la ONU no es una alternativa ni un aporte a las negociaciones de paz entre palestinos e israelíes y no acercará las partes a la paz”.
El derrumbe habría sido producto de una fuerte tormenta de viento y arena que azota a la ciudad de La Meca y otras localidades de Arabia Saudita.