El máximo tribunal rechazó los recursos presentados contra los acusados del secuestro y desaparición del sacerdote británico durante la dictadura. De ese modo se ratificaron las condenas de cárcel dictadas para los perpetradores del delito de lesa humanidad.
A tres años y un día de presidio, con libertad vigilada, fueron condenados dos de los 21 procesados por el secuestro calificado del sacerdote chileno-británico Michael Woodward, ocurrido a pocos días del Golpe Militar. La resolución generó rechazo entre los amigos del sacerdote, que organizarán una funa contra el Poder Judicial.