En el interior de la embarcación hay 214 toneladas de salmón podrido, lo que incluye químicos y gases. A eso se suman los 67 mil litros de petróleo. En caso de derramamiento, estos dos factores podrían desatar una dramática catástrofe socio-ecológica.
Los alcaldes de las comunas afectadas emplazaron a la Intendencia regional a dar una solución definitiva para la Isla con una inversión robusta en materia de infraestructura.
Organizaciones sociales y pescadores artesanales de Chiloé afirmaron que el Gobierno, después de ocurrida la “Marea Roja” y el vertimiento de salmones en el mar el año pasado, no ha atendido las demandas de los habitantes.
Los trabajadores solicitaron finalizar con la licitación del puente por eventuales irregularidades en el contrato.
La movilización iniciada por los pescadores de Chiloé ha develado una serie de demandas postergadas por años en la zona. Juan Carlos Viveros del Movimiento Defendamos Chiloé asegura que el archipiélago “es una olla a presión a punto de explotar”.