El informe realizado por carabineros a raíz de los múltiples casos de heridos por disparos de balines de pintura en el rostro avala el uso de esta herramienta disuasiva, estableciendo ciertas restricciones. Esta medida no es suficiente para las víctimas, quienes exigen el retiro inmediato de las pistolas de pintura. Organismos internacionales hacen eco de esta solicitud, emplazando al Estado a dejar de criminalizar las movilizaciones sociales.