El 7 de agosto los militares golpistas de Níger anunciaron el nombramiento de Ali Mahaman Lamine Zeine, en un comunicado difundido por la televisión, en un momento en que la comunidad internacional intenta restablecer el orden constitucional.
La junta militar que tomó el control el 26 de julio con un golpe de Estado, ordenó este lunes el cierre de su espacio aéreo ante la anunciada intervención militar de los países de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao).
La junta gobernante en Níger y grupos de civiles llamaron a la población a movilizarse y a luchar por la libertad del país, cuando se esperaban manifestaciones de apoyo a los golpistas en la capital, Niamey y en contra de la injerencia extranjera.
En medio de la pandemia del coronavirus que no deja de avanzar -pese a los esfuerzos internacionales de vacunación-, constatando cómo se incendia hasta Siberia y bajo los efectos del demoledor informe sobre el cambio climático emitido este lunes 9 de agosto por los expertos reunidos por Naciones Unidas, pareciera que el periodismo no tiene cabida para más dramas. Pero sí, debe tenerlo. Porque no es posible no consignarlo, no es posible no continuar asombrándonos de la capacidad humana para generar odio y violencia irracional.
La ola de violencia se desató la noche de este miércoles. Según los datos oficiales, hasta el momento más de 200 personas han sido masacradas por el grupo islamista en el noreste del país.