La lluvia que se registra en el este de Australia desde el viernes ayudó a extinguir la mayoría de los incendios que se registraban en esa región, pero las llamas continúan devastando el sur y sureste del país. Este sábado se registraban 75 focos de incendio frente a los cien que había hace algunos días, según los bomberos de Nueva Gales del Sur, el más afectado por las llamas.