En el centenario de la folclorista e investigadora, su compañero por más de medio siglo habló con Radio Universidad de Chile sobre el trabajo que hicieron en conjunto. “Más que estudiar el canto y la danza, ella quería conocer a las comunidades”, dijo.
Margot Loyola ha muerto, pero no su trabajo y profundo amor por nuestra tradición, que ha quedado marcado en sus discípulos y seguidores.
Tiene 96 años y ya no da entrevistas ni participa de actividades, pero junto a su marido Osvaldo Cádiz continúa preparando libros y entregando su conocimiento a incontables alumnos. De cuecas, tonadas, bailes y amor por los pueblos hablan aquí quienes han conocido de cerca a la más importante de las investigadoras de nuestras tradiciones que continúa con vida.