A un mes de la elección, aún el Partido de los Trabajadores no presenta su fórmula para presidente y vicepresidente. Mientras, el Comité de Derechos Humanos de la ONU reforzó su determinación al emplazar al estado brasileño permitir la candidatura del ex presidente y líder del PT.
El candidato de ultraderecha a la presidencia de Brasil tiene una reconocida trayectoria por ser un defensor de la dictadura militar que se instaló en ese país entre 1964 y 1985, además de sus dichos homofóbicos y racistas. Un blanco permanente del capitán en retiro y parlamentario es también la izquierda y el PT.
Un informe elaborado por técnicos del Senado brasileño señaló que no existen pruebas de que la suspendida presidenta Dilma Rousseff participara en las maniobras fiscales que se le imputan, una de las causas que motivaron la apertura del juicio político en su contra que se tramita en la Cámara Alta.