Los modelos de desarrollo de las urbes en Chile han aumentado la desigualdad entre las personas. Por ello, los expertos proponen una mayor injerencia del Estado para enfrentar la falta de recursos que aqueja a los municipios más pobres, así como la proliferación de viviendas sociales en la periferia o en zonas de riesgo, factores que inciden negativamente en la calidad de vida y en la configuración de los barrios.