Un año se van a cumplir desde que la embarcación de propiedad de CPT Empresas Marítimas se hundió en aguas chilotas. 214 toneladas de salmón descompuesto y más 67 mil litros de petróleo son el cargamento que cual enfermedad infectocontagiosa se propagó y nadie quiere en su territorio. Actores involucrados critican las acciones unilaterales del Gobierno y a una compañía acuícola que, según ellos, ha sido blindada por el poder central y sus instituciones.
Pescadores rechazaron la llegada a Puerto Montt del barco que contiene miles de salmones descompuestos. Para Juan Carlos Viveros, vocero del Movimiento Defendamos Chiloé, la embarcación se ha transformado en el invitado más indeseable del sur de Chile.