En 2009 el Estado chileno reconoció, por primera vez, a los cultores que se han encargado de proteger los saberes más profundos de nuestro territorio. Sin embargo, en la práctica y en el marco de la crisis sanitaria, la distinción ha pesado muy poco a la hora de proteger a aquellos guardianes del patrimonio inmaterial.
Este martes, los integrantes de la Familia Madariaga de cantores a lo poeta, la Sociedad de Morenos de Paso de María Cárcamo, Manuela de Marconi y Corazón de María; la cantante de música tradicional porteña, Lucy Briceño, y la cultora de arte tradicional Kai Kai, Isabel Pakarati, recibieron de manos de la mandataria la distinción que difunde el patrimonio cultural inmaterial del país.
El artista, que fue distinguido como Tesoro Humano Vivo 2016, es crítico al relatar la realidad del teatro de muñecos en el país. “Es un sueño que exista una ley que nos apoye. El titiritero es un artista completísimo: es escultor, es pintor, es músico”, comenta.