Nuevos cuestionamientos surgieron sobre la seguridad del Boeing 737 MAX 8, después de que por segunda vez en menos de seis meses, un avión de ese modelo se estrellara minutos después del despegue, terminando con la vida de todos los pasajeros que iban a bordo.
Un Airbus A320 con 148 personas a bordo, entre ellas seis tripulantes, que cubría la ruta entre Barcelona y la ciudad alemana de Dusseldorf, se estrelló en los Alpes franceses, y no “habría ningún superviviente”, según dijo el presidente de Francia, François Hollande.