Cuando Nelson Mandela salió de la cárcel de los blancos después de 27 años de encierro, la primera persona con la que compartió un plato de comida en libertad fue con el obispo Desmond Tutu. Y también fue la primera persona con la que Madiba celebró la victoria cuando fue elegido presidente de Sudáfrica en 1994. Es que el fin del siniestro sistema del Apartheid era, sin duda, un logro absolutamente compartido.