Al momento de escribir esta columna ya arribó a varios países europeos la nueva variante de preocupación (omicron) de SARS-CoV2, el virus causador de COVID-19. Aún es muy temprano para confirmar los miedos propalados por mucha prensa sensacionalista: ¿la vacuna no protege? ¿tendremos una nueva ola de hospitalizaciones y muertes? ¿se viene un nuevo período […]
La variante, que recibió el nombre de ómicron, fue reportada a la OMS por primera vez desde Sudáfrica el 24 de noviembre. Anteriormente conocida como B.1.1.529, también fue identificada en Botswana, Bélgica, Hong Kong e Israel.
32 mutaciones presentan la nueva variante del Covid detectada en Sudáfrica, encendiendo nuevamente las alarmas entre los científicos del mundo. Identificada como B.1.1.529, su impacto es aún desconocido debido a la verdadera “constelación muy inusual de mutaciones” encontradas en ella, se afirmó. El profesor Tulio de Oliveira, de la Plataforma de Innovación en Investigación y Secuenciación de KwaZulu-Natal (KRISP) advirtió que hasta ahora se han confirmado casos de esta variante en Sudáfrica, Hong Kong (en un viajero procedente de la nación africana) y en Botswana.
Con 280 casos nuevos y una positividad de 1,17% a nivel nacional, el aumento de casos preocupa a las autoridades de salud.