Durante las celebraciones de Semana Santa, más de 20 mil personas siguieron en silencio el tradicional Vía Crucis nocturno frente al coliseo de Roma. Al final de la ceremonia, el Papa Francisco expresó “vergüenza” por dejar a las jóvenes generaciones “un mundo fracturado por las divisiones y las guerras”.
En el tradicional rito del cristianismo, el sumo pontífice hizo un llamado al acercamiento con la fe musulmana. Durante la procesión se pronunciaron plegarias para acabar con las injusticias y lograr la libertad religiosa y la paz en Medio Oriente.