El desastre ambiental ocurrido en Quintero y Puchuncaví ha derivado en una jornada solidaria de movilización nacional para este jueves. Miles de personas, en diferentes localidades del país, protestarán por la contaminación y proyectos mineros extractivistas que afectan a sus territorios.
En entrevista con nuestro medio, la directora Ejecutiva de la ONG, Flavia Liberona, dió a conocer parte del documento “La negligente realidad de la Bahía de Quintero”, donde se analizan los antecedentes coyunturales e históricos que han provocado la actual crisis ambiental que experimentan los habitantes de esta zona de sacrificio.
El representante del Frente Amplio en el Senado manifestó su preocupación por la falta de atención médica especializada en la zona de Puchuncaví y Quintero y criticó la pasividad del Estado en materia de plan de descontaminación. “Todo queda subordinado a la inversión privada o empresarial, sea pública o privada, que aporta a esta concepción de desarrollo económico en que las comunidades de la región de Valparaíso no importan” expresó el parlamentario.
En el documento difundido este martes, la Escuela de Salud Pública Doctor Salvador Allende Gossens señala que es urgente que el Estado implemente instrumentos efectivos de vigilancia, regulación y fiscalización para afrontar la prevención y detención del daño en el ambiente y las comunidades impactadas por la sobre concentración de industrias en la zona.
Desde el jueves pasado las zonas de Quintero y Puchuncaví han sido afectadas por la emanación gases contaminantes por parte de las empresas del cordón industrial. Más de 300 intoxicados y medidas que aún no son insuficientes impulsan a la comunidad a denunciar las constantes practicas que han generado una sistemática contaminación del borde costero.
Son zonas sin derecho ambiental. Las justamente denominadas “Zonas de sacrificio” son lugares que padecen depredación, dejadas por el Estado a los estragos de la devastación industrial, con efectos perjudiciales graves al Medio Ambiente y a la Salud de las comunidades locales. Este abánico de prácticas van del bloqueo institucional a la no aplicación de la legislación vigente, lo que resulta ser nada más que un menoscabo del Estado de Derecho.