El próximo martes se realizará un consejo militar de carácter “parcialmente público” por parte de las autoridades de la cárcel de la Bahía de Guantánamo en Cuba, prisión estadounidense ubicada en una base naval que la nación isleña considera una ocupación, pero que Estados Unidos se niega a abandonar haciendo valer un tratado entre ambos países que data de 1903.
Para 70 prisioneros, de los 150 que permanecen en la base, esta audiencia determinará su futuro.
Sobre la Cárcel de Guantánamo abundan las denuncias sobre violaciones a los Derechos Humanos, apremios ilegítimos y en síntesis una situación aberrante para los presos, en su mayoría de origen de Afganistán y Pakistán.
Ahora, el presidente de EEUU Barack Obama, reiteró en su discurso del Estado de la Unión (considerada la cuenta pública presidencial de ese país), que con la reducción del papel militar de Washington en Afganistán sería el momento indicado para abandonar el territorio cubano.
“Con el fin de la guerra en Afganistán, este debe ser el año en que el Congreso levante las restricciones restantes sobre la transferencia de detenidos y en que cerremos la prisión en Bahía de Guantánamo. Porque nosotros no sólo luchamos contra el terrorismo mediante la inteligencia y acciones militares, sino al ser fieles a nuestros ideales constitucionales y dar un ejemplo al resto del mundo”, aseguró.
Desde EEUU han señalado que el Congreso ha promulgado una serie de trabas para evitar que el presidente cierre la prisión en el corto plazo, ya que la oposición se niega a que los prisioneros de Guantánamo sean juzgados en el país norteamericano o enviados a otro país.
Sin embargo, para el analista internacional Pablo Jofré las declaraciones de Obama no son más que la repetición de un anuncio que no se realizará.
“Doce años desde que se instaló la prisión ilegal de Guantánamo y cinco desde la promesa de Barack Obama respecto a que la cerraría. Nuevamente se promete cerrar una cárcel considerada una vergüenza para el mundo, una vergüenza para los Estados Unidos y, sobre todo, que sigue siendo el peor ejemplo del peor atentado a los derechos humanos que puede cometer una nación”, afirmó.
El experto aseguró que además, aprovechando la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), los países asociados debieran emitir una declaración a favor del cierre del centro de detención.
“Tiene el deber de emitir una declaración de rechazo a la presencia de una base naval de un país extranjero en territorio cubano, una base ilegal que representa un enclave colonial en un país soberano. Si la Celac se pusiera los pantalones debería emitir declaraciones de rechazo no solamente a estas promesas incumplidas, sino también a la necesidad de que se retire cualquier país ocupante de cualquier enclave en cualquier parte del mundo”, expresó.
Jofré aseguró que el discurso del Presidente Obama no le significará ningún efecto en “el plano interno”. Sin embargo es preocupante para el exterior, de “seguir mostrándose como un Presidente que incumple sus promesas, que inicia su segundo mandato bajo el manto de la mentira y del quebrantamiento de los DDHH”.