El seminario internacional “Sistema de Reparto, Tres Experiencias Latinoamericanas, en búsqueda de una nueva previsión”, organizado por la Federación de Sindicatos Bancarios y Afines, expuso las distintas formas en que otros países Sudamericanos han instalado sistemas diferentes al de AFP chileno, para lo cual se invitó a destacadas personalidades de Argentina, Brasil y Uruguay.
La conferencia, que también contó con exposiciones locales, tuvo por objetivo desmitificar que un cambio al sistema de pensiones en nuestro país es algo inviable.
El primero en presentar fue Andre Rodrigues, director regional de Uni Finanzas, quien explicó el funcionamiento del sistema de asistencia pública y de previsión en Brasil donde existe, un sistema tripartito de reparto, que se financia con las contribuciones del Estado, los empleados y los empleadores.
Rodrigues anunció que el sistema chileno, además de ser forzoso, no promueve la justicia social y en el largo plazo empobrece a las personas y a la misma economía.
“En el largo plazo las personas van a tener una tendencia hacia una menor capacidad de consumo y de sostenimiento del propio sistema capitalista acá en Chile. Es necesario estimular la economía ¿Cómo se estimula la economía? Con plata, con dinero, con sueldo… con jubilaciones. Si tú no tienes derecho a eso, para dónde va la sociedad…”, dijo.
En segundo lugar expuso el abogado Armando Cuervo, ex director del Banco de Previsión Social uruguayo (que no es un banco propiamente tal sino que un instituto público) quien explicó los distintos procesos, que se vivieron en el Uruguay, que tiene un sistema mixto, donde convive el sistema de reparto con otro de capitalización individual, que desde el 2005 ha sido modificado principalmente con reformas al mundo del trabajo, aumentando los sueldos y dándole protagonismo a los sindicatos.
Cuervo señaló que en estos momentos existe un debate en Uruguay para eliminar el régimen de capitalización individual porque este lleva a la precarización del trabajo, ya que están pensados para el trabajador formal con buenos ingresos y esa no es la tónica de América latina, además, dedico duras palabras al sistema nacional indicando que existe una falsa creencia de que es exitoso.
“El modelo chileno de seguridad social se vende para adentro como si fuera muy exitoso para afuera y eso es mentira, yo le puedo asegurar que eso es una gran mentira. Desde afuera se ve al modelo chileno con muy malos ojos, en América Latina sin duda y en el resto del mundo. Sin embargo les hacen creer a los chilenos que los extranjeros admiramos este modelo y para nada es así”
Marco Kremerman, economista de la Fundación Sol que también participó del seminario, estuvo de acuerdo con las palabras del uruguayo, agregando que el sistema chileno es un experimento que ha sido replicado en muy pocos países del mundo.
“Solo nueve países en el mundo tienen un sistema parecido al chileno: Israel, Republica Domicana, Nigeria, Maldivas, Malawi, Kosovo y Australia, pero Australia asegura para gran parte de sus adultos mayores una pensión básica de mil dólares. Entonces tener un sistema privado con mil dólares asegurados no es lo mismo que el caso chileno”.
También estuvo presente Juan Carlos Díaz Roig, diputado argentino, uno de los artífices de la reestatización de los fondos previsionales de los trabajadores de ese país, quien acusó que es “absolutamente absurdo entregarle el dinero de los trabajadores a instituciones que cobran por administrarlos y que si los invierten mal pierden las personas”.
A partir del 2008 argentina pasó de tener un sistema mixto a un sistema único, público, solidario y de reparto, denominado Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA). Según el diputado desde ese entonces los fondos entregados por el antiguo sistema las AFJP (Asociación de Fondos de Jubilación de Pensiones), pasaron de estar en 20.000 millones de dólares a 50.000 millones de dólares para el fondo de garantía y sustentabilidad del sistema de previsión.