La muestra “Dibujos en Prisión”, que se exhiben en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, aborda la vida en los centros de tortura a lo largo del país y considera más de 60 dibujos, pertenecientes a 16 detenidos desaparecidos que vivieron entre 1973 y los años 80.
La muestra incluye desde el campamento de prisioneros de Chacabuco, en el norte, hasta los campamentos de isla Dawson, en el sur, pasando por el Estadio Nacional de Santiago, Ritoque, Puchuncaví, la isla Quiriquina, Pisagua, el buque escuela Esmeralda, isla Riesco, Bucalemu, Estadio El Morro, entre otros.
A su vez, la colección es parte de los más de 300 dibujos y acuarelas que conserva el museo en un libro que fue prologado por el artista Guillermo Núñez, en el cual se pueden conocer a los autores, las condiciones y motivos que los llevaron a ser torturados.
Es por esto que sus autores no son artistas de profesión, muchos de ellos son arquitectos, estudiantes o personas que nunca antes habían considerado el dibujo como método de liberación.
En ese sentido los dibujos reflejan la tortura, las condiciones de encarcelamiento, el aislamiento, la dureza de vivir en esas situaciones límites, los trabajos forzados y la vida cotidiana, donde ocurrían encuentros, escuchaban música y jugaban ajedrez.
La donación de éstos fue hecha por sus autores, familiares y personas que mantenían estos ejemplares. Al respecto, la jefa del área de colecciones del MMDH, María Luisa Ortíz afirma que “la idea es aportar a la memoria, para reconstruirla y no olvidar”.
Para la encargada, los trabajos constituyen una forma de comunicación entre los prisioneros y sus familias, y que además reafirman la condición humana ante la adversidad. “Como tantos otros prisioneros en esas condiciones, buscaron formas de poder expresarse, transmitir mensajes a los que fuera, podían decir quiénes estaban a dentro, por ejemplo. Está representado todo lo que significa el horror y la situación extrema de prisión política, pero también la resistencia y la capacidad de sobreponerse a las condiciones límites”, señala.
En esa línea, la experta indicó que por medio de los soportes y materiales se puede determinar cuáles eran las condiciones del cautiverio, ya que se pueden apreciar dibujos hechos en papeles de regalo, en cartones, hasta en técnicas más sofisticadas como la acuarela.
“Dibujos en Prisión” está disponible hasta el próximo ocho de marzo en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos. La entrada es liberada y se puede asistir de martes a domingo entre las 10 y las 20 horas.