La Presidenta Michelle Bachelet en compañía del ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, promulgó el proyecto que crea una Subsecretaría y una Intendencia para la educación parvularia.
Por una parte, esta política forjará una Subsecretaría específica para preescolar, que estará encargada de diseñar las políticas públicas. Y dentro de la Superintendencia se desarrollará una Intendencia, encargada de fiscalizar y orientar a que los establecimientos cumplan con los requisitos mínimos.
La encargada de educación inicial del ministerio de Educación, María Isabel Díaz, conversó con Radio Universidad de Chile sobre esta política destacando la importancia de esta nueva institucionalidad en esta etapa educativa.
¿En qué fase se encuentra el proyecto, recién promulgado, que crea una Subsecretaría y una Intendencia?
Empezaremos a trabajar en el diseño de estas dos nuevas orgánicas que se van a implementar. Este diseño se recoge de todos los proyectos de ley que se han estado aprobando, alcanzando un marco institucional acorde a lo que se ha estado promoviendo desde la visión de educación en general.
En este momento estamos haciendo los estudios para poder hacer el diseño del DFL. Esto también significa un trabajo intersectorial. Ya que tenemos que trabajar con el ministerio de Hacienda y especialmente con la Dipres (Dirección de Presupuesto) para afinar todo lo relacionado con la definición de planta porque aquí se arma una orgánica distinta. Por lo que hay que considerar un personal bastante especializado.
¿Cuánto cuesta crear una nueva Subsecretaría e Intendencia?
9.393 mil millones es el gasto fiscal de este proyecto. Está fijado un monto para la Subsecretaría que es cercano a los 4 mil millones y otro para la Intendencia de 4 mil 500 millones.
Hay recursos asignados tanto a la Subsecretaría como a la Intendencia. Para ello, naturalmente, se pone un monto y después se generan procedimientos graduales sobre él. En el primer año el proyecto comenzará y el segundo o tercero, vamos andando con el motor completo.
Este gasto es parte de un tesoro público que queda consignado. Lo que hay que hacer ahora es el primer ejercicio presupuestario para poder acercarse a una cifra.
Una parte de esta reforma, considera dos nuevos consejeros de la educación inicial para la Agencia de Calidad y el Consejo Nacional de Educación. ¿Ya conocen a los representantes?
Esto forma parte de la línea de trabajo de Alta Dirección Pública aunque son consejeros que representan a la educación parvularia. Esto es valioso porque se refleja la experiencia y trayectoria que se tiene en este nivel. Además pone sobre la mesa la discusión de materias que trabaja el Consejo tales como elementos curriculares, estándares y todo lo relacionado con programas.
Con el proyecto de ley ya promulgado, ¿cuáles serán las dificultades que tendrá esta política?
Lo que hace el proyecto es definir las funciones. La función de una Subsecretaría que va a estar dedicada a la promoción de la educación parvularia, diseñando y coordinando políticas públicas. La Intendencia que tendrá un rol de fiscalizador y también orientador.
Lo más complejo es que los jardines infantiles logren establecer y realizar todos los estándares que se están solicitando para su funcionamiento.
Hay una serie de requisitos y los jardines tendrán que ponerse al día en ellos. En algunos casos se cumplen absolutamente. En otros se analizará la infraestructura, que cumpla con la dotación de personal y por cierto, lo que más nosotros deseamos, que hayan planes y programas curriculares buenos, que estén activos y funcionando.
¿Con esta fiscalización los jardines podrían llegar a cerrar?
Sí, podrían llegar a cerrar. Es bueno que esta cantidad enorme de establecimientos tengan que pasar por requisitos de funcionamiento. Porque hoy además de la Subsecretaría también se firmó una ley de autorización para el funcionamiento del jardines infantiles, que obliga a todos los establecimientos, tanto públicos como privados, a tener esta autorización.