Los extensos cortes en el suministro eléctrico tuvieron, o tienen hasta ahora, a decenas de miles de personas sin luz. Muchos vecinos han organizado demandas colectivas contra la empresa Enel por problemas con electrodomésticos, pérdida de alimentos u otras razones.
Sin embargo, existen personas que con cada corte de luz ven en riesgo su vida. Son los electrodependientes. Por razones asociadas a condiciones de salud se han visto en la obligación de depender de máquinas eléctricas para monitorear su situación y mantener la estabilidad.
Fue el caso de Marta Gamboa, que tú anunciabas, el que hizo noticia hoy en la mañana. Marta era una paciente de 102 años electrodependiente y los cortes prolongados de electricidad en la capital no le permitieron seguir con vida. Según informó la empresa Enel, la anciana no estaba en el registro de electrodependientes y esa habría sido la razón para no operar con rapidez. Esto, luego de que la familia señalara que habían intentado contactarse con la compañía en reiteradas ocasiones, sin recibir respuesta.
Cindy González tiene a Lucas, su hijo de 10 años, con síndrome de West, una de las epilepsias más complicadas. Depende de un ventilador mecánico no invasivo, un monitor multiparámetro, una máquina de aspiración de secreciones, un purificador para humedecer y limpiar el aire y un colchón antiescara eléctrico. Además, por daños neurológicos, su organismo no termoregula, por lo que su temperatura también depende de una estufa eléctrica, y no de otro tipo.
Lucas no puede pasar un minuto sin electricidad. Sus máquinas no tienen batería, por eso cuando hay cortes de luz o temporales de noche Cindy no duerme.
Lucas es solo un ejemplo de los más de 6.500 casos de electrodependientes en Chile. Según cifras no oficiales el número se desglosa en unos 5.000 pacientes que se atienden en el servicio público y unos 1.500 más que lo hacen en el privado.
La electricidad hace rato que es un tema para Cindy. Las cuentas de luz oscilan entre $100 mil y $150 mil y de su sueldo como funcionaria de Gendarmería, tras todos los descuentos, saca $280 mil.
Consciente de que la situación no podía aquejarla a ella sola, creó la organización “Luz para ellos Chile”, que agrupa a familiares de pacientes electrodependientes y que nació con tres principales demandas: “que se cree un registro nacional de pacientes, que el Estado se haga cargo del 100% del consumo eléctrico de los hogares de personas electrodependientes y que se obligue a las empresas eléctricas a hacer entrega de equipos electrógenos (generadores, paneles solares, baterías) para enfrentar los cortes de suministro”, enumera Cindy.
Hasta el momento cuentan con dos conquistas. La primera estará lista –o ese es el compromiso- el 18 de agosto, y promete tener un listado que registre a todos los pacientes electrodependientes del país. La segunda es que se haya prohibido a las empresas de energía cortar el suministro por deudas pendientes. Esta ya se encuentra vigente desde el 19 de junio. Aunque algunos aún no lo sepan.
Juana Zuñiga se amaneció la mañana del 10 de julio con un funcionario de la empresa CGE tocándole el timbre con la intención de cortarle la electricidad. Eso, a pesar de que hace un mes había ido a la empresa, certificado médico en mano, para dar cuenta de la situación de su hijo Felipe, de 9 años.
Felipe sufre una parálisis cerebral y los pulmones no le funcionan bien. Hace casi cuatro años es electrodependiente y hoy vive conectado a seis máquinas. La noticia que le entregaban esa mañana a Juana, su madre, no era liviana. Tuvo que enfrentarse ante un funcionario apático y prepotente, según indica, quien incluso amenazó con demandarla por la intención de ella de grabarlo. No solo había cumplido con el protocolo de ir a inscribir a su hijo al registro de la empresa, sino que también lo que proponía la compañía era abiertamente ilegal.
La situación de Juana es más compleja porque por la condición de su hijo no puede trabajar. Recibe una pensión de $67 mil por la discapacidad de Felipe y otra por $100 mil a ella. Sólo la cuenta de la luz le sale, en promedio, $90 mil pesos, por lo que pagarla y mantenerse al día no es tarea fácil. “Yo me puse a buscar los papeles, le tuvimos que hacer pasar para que creyera que mi hijo estaba conectado, le tuvimos que mostrar los papeles, todo para que no cortara la luz. Lo que yo busco es que nos den la luz gratis. Yo sé que no va a ser el 100%, pero que avancemos hacia allá. Y que sea para todos, no solo para los más humildes, porque hay gente que está en isapre que igualmente merece el beneficio”, dice.
Cuando logró convencer al funcionario pensó que la batalla estaba ganada. No obstante al día siguiente tuvo que abrirle la puerta a un nuevo trabajador que venía a cumplir con la misma labor del día anterior. Tuvo que explicarle con detalles la situación para que el funcionario, esta vez de mejor disposición, desistiera de interrumpir el suministro. Todo está grabado en registros que ella misma elaboró.
A Juana Zuñiga no la han vuelto a visitar y eso, dice, la tiene más tranquila. Sin embargo hay situaciones que la mantienen inquieta, y que son las que se pretenden trabajar en la agenda del ministerio de energía.
Desde el ministerio sostienen que en el listado que registre a todos los hogares electrodependientes se está trabajando y hacen un llamado a todos quienes lo precisen a identificarse en su compañía de luz. Además, señalan que están orientando su trabajo hacia conseguir la entrega de un respaldo electrógeno a todos los hogares de estas características en caso de corte. Finalmente, al ser consultado sobre quién estaría a cargo de ese respaldo y sobre la posibilidad de un subsidio a las cuentas de luz, Andrés Rebolledo, ministro de la cartera, señaló a Radio Universidad de Chile que “Hay que discutirlo. Las empresas han planteado su buena disposición para entregar algún tipo de respaldo. Nosotros no lo tenemos incluido en el presupuesto, pero no se descarta. Sobre el subsidio, estamos incorporándolo en la conversación, pero probablemente es algo que tenga otra connotación. Probablemente dependa de una ley, pero estamos disponibles a conversarlo”.
Desde “Luz para Ellos Chile” esperan seguir el ejemplo de su símil en Argentina, que hace pocos meses logró la aprobación de una ley de luz gratuita para electrodependientes.