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 La OEA confía en que el diálogo entre las partes podrá apaciguar los ánimos, pero acusaciones de violaciones a los derechos humanos y relatos de brutales episodios de represión alejan las esperanzas de una pronta solución al conflicto.

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Mesa de negociación entre Micheletti y Zelaya:

¿Aires de paz en Honduras?

 La OEA confía en que el diálogo entre las partes podrá apaciguar los ánimos, pero acusaciones de violaciones a los derechos humanos y relatos de brutales episodios de represión alejan las esperanzas de una pronta solución al conflicto.

Andrea Domedel

  Viernes 25 de septiembre 2009 19:01 hrs. 
Radio-Uchile

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Luego de los graves y violentos enfrentamientos entre la policía y civiles, hay señales de que los ánimos puedan comenzar a apaciguarse.  Uno de los más optimistas con la posibilidad de alcanzar una solución a la crisis institucional del país es el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, quien confía en que la constitución de una mesa de negociación con el gobierno de facto de Roberto Micheletti allanará el camino para discutir acerca del Acuerdo de San José.

Y aunque dicha propuesta incluye la restitución del derrocado presidente Manuel Zelaya, una amnistía política y el llamado a elecciones libres, Insulza admitió que aún hay camino por recorrer.

Mientras, el derrocado mandatario Manuel Zelaya, que permanece asilado en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, afirmó haber iniciado conversaciones con el régimen golpista, a lo que se suma la ronda de reuniones con los candidatos a las elecciones del 29 de noviembre para buscar una solución pacífica a la crisis desatada  en la nación centroamericana.

Por su parte Brasil busca protegerse de una posible intervención del gobierno de facto hondureño. De esta forma, reclamó al Consejo de Seguridad de la ONU la protección del presidente constitucional Manuel Zelaya y de su personal en la sede diplomática.

El canciller brasileño, Celso Amorim, expresó el rechazo de su gobierno ante las amenazas en contra de la embajada y pidió que el organismo internacional reconozca la "violabilidad de la inviolabilidad" del lugar e instó a Roberto Micheletti a que respete la Convención de Viena en este punto.

Relato de una brutal represión

Todo este  complejo panorama político ha tenido como telón de fondo las acusaciones sobre graves violaciones a los Derechos Humanos. Estas han aumentado durante la semana, y no existe claridad respecto a la cantidad exacta de muertes ocurridas en los enfrentamientos con militares.

Cerca de treinta artistas agrupados en el Frente Nacional contra el Golpe de Estado, que se encuentran apostados en las cercanías de la embajada para proteger al presidente Zelaya, relatan uno de los episodios más violentos vivido el martes recién pasado:

A las 5:45 AM la policía represora atacó con fusilería y bombas lacrimógenas en las inmediaciones de la sede diplomática, matando a un número indeterminado de manifestantes de la llamada primera barricada al final del Puente Guancaste. Luego, hicieron lo mismo con la barricada del puente La Reforma.

Según el cálculo de los testigos del ataque, el operativo contó con cerca de mil efectivos policiales y militares. El resultado: 18 heridos graves que fueron trasladados al Hospital Escuela y persecución constante en distintos barrios de la ciudad.

Un altoparlante  a todo volumen frente a la embajada emite el himno nacional, mientras los militares y policías catean entre las casas aledañas a la sede diplomática.

Tegucigalpa está vacía. El toque de queda se extendió por todo el día y quienes intentan  llegar a la ciudad han sido retenidos. Medios como Radio Globo y Canal 36 han sido sacados del aire.

Los vecinos de la embajada de Brasil han visto violada su privacidad por los militares que están apostados en sus inmediaciones, quienes además han quebrado vidrios o simplemente han quemado los automóviles de personas que están en la resistencia y que los ocupaban como retenes. Además, los muertos y heridos han sido sacados de los hospitales, mientras los detenidos son llevados al estadio Chochi Sosa.
Ante este panorama de represión y violación de derechos humanos, Manuel Zelaya asegura que si los fusiles de los militares se bajasen por cinco minutos, el gobierno de Roberto Micheletti se derrumbaría.

Crisis en la economía centroamericana

Otra de las aristas relacionadas al conflicto hondureño tiene que ver con las millonarias pérdidas que se habrían generado en las naciones vecinas luego del sorpresivo regreso de Zelaya a Tegucigalpa.

Así lo afirman los directores de las Cámaras de Comercio los países limítrofes de Honduras, ya que es el paso obligado de los productos que circulan desde  Panamá hasta México.

La principal razón de esta situación es el toque de queda y el cierre de fronteras decretado por el gobierno de Micheletti. Desde Guatemala hasta Panamá el sector privado perdió cinco millones de dólares diarios.

Dentro de los países más afectados están Costa Rica y Nicaragua, debido al volumen de sus exportaciones que van por tierra hacia El Salvador, Guatemala, México y Estados Unidos.

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