Los nervios de los comandos presidenciales ante la proximidad de las elecciones se dejaron ver luego que el ministro de Hacienda fuera sorprendido revisando el programa de Frei en medio de la sesión del Senado donde se discutía el Erario 2010.
No le quedó otra al ministro de Hacienda, Andrés Velasco, y tuvo que salir a dar explicaciones y reconocer que “fue una torpeza” de su parte estar revisando el programa del candidato de la Concertación Eduardo Frei durante una sesión en el Senado en que se discutía, precisamente, el proyecto de ley más importante para su cartera: el Presupuesto de la Nación.
“Es natural que alguien en mi cargo esté interesado en las propuestas que hacen los candidatos, porque tienen implicancias fiscales, implicancias económicas evidentes, pero al mismo tiempo no era el momento ni el lugar de estarlo haciendo”, explicó el secretario de Estado.
Y es que, como dijo el senador RN y miembro del comando de Sebastián Piñera, Andrés Allamand, al ministro mejor evaluado del gobierno de Bachelet lo “pillaron chanchito”, pues no sólo estaba leyendo las propuesta del abadernado oficialista para sus eventuales primeros cien días de gobierno, sino que estaba haciendo acotaciones en ellas, mientras los senadores discutían y aprobaban las partidas para la administración pública.
"Velasco está en jornada de trabajo, ejerciendo su cargo de ministro y preocupado de la ley más importante de su cartera, y qué es lo que hace: está trabajando de activista en la campaña del senador Frei. Es una situación completamente inexcusable porque el ministro lo que hace es engañar a la opinión pública", sentenció Allamand.
El escándalo que se generó en la Alianza fue mayúsculo. Tanto así que personeros de ese conglomerado amenazaron incluso con interponer una acusación constitucional contra Velasco y sacarlo del cargo.
El presidente de la UDI, Juan Antonio Coloma, señaló que es necesario definir el rol de los ministros de Estado en las campañas y acusó al titular de Hacienda de no preocuparse de las materias relevantes que debe enfrentar su cartera.
“Los profesores están en huelga, la administración pública está en huelga, los deudores habitacionales están desesperados. Yo emplazo al ministro de Hacienda: o se queda trabajando para solucionar los múltiples problemas de los chilenos o que se vaya a trabajar a otra campaña para los próximos cuatro años”.
En la misma línea, el diputado de RN Cristián Monckeberg, llamó a Velasco a decidir si va a mantener su rol de ministro o va a trabajar en la campaña, al tiempo que no descartó el uso de instrumentos constitucionales y legales para interpelarlo.
Justamente la figura de Velasco apoyando la campaña de Frei había sacado ronchas en el comando del candidato de la Coalición por el Cambio, Sebastián Piñera, y se hablaba de la posibilidad que dejara su cargo de ministro y se instalara definitivamente en Bilbao, como una estrategia para traspasar su popularidad y la de la Presidenta al abanderado concertacionista.
Pero la amenaza de acusación constitucional no preocupó en nada al comando de Frei. Tranquilo, el vocero de campaña Jorge Pizarro, señaló: “Ojalá la hagan porque ya la estupidez no tiene límites, ojalá la hagan para que quede en manifiesto la desesperación de Piñera ante el desplome de su candidatura. Las acusaciones de intervencionismo… están como niños picados porque los ministros dicen que están con Frei, porque es el candidato de la Presidenta Bachelet, porque le vamos a ganar en enero”.
Desde La Moneda, en cambio, no se tomaron con tanta liviandad la situación y rápidamente salieron a defender al administrador de las platas fiscales. El ministro Secretario General de la Presidencia, José Antonio Viera Gallo, afirmó que no existen argumentos legales para presentar una acusación constitucional contra el titular de Hacienda y defendió su actuar como “natural”, mientras que el ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, consideró la amenaza como “desproporcionada”, al tiempo que se sumó a la postura de Pizarro señalando que “la derecha ha caído en un histerismo”.
Al parecer, la estrategia de desvirtuar las amenazas de parte del oficialismo tuvo eco en la UDI y generaron una división en las posturas de la Alianza. El senador gremialista Hernán Larraín, discrepó con sus compañeros manifestando que el ministro de Hacienda no ha dejado de cumplir su cargo. "Es algo menor y nadie puede decir que estaba incumpliendo su labor ni realizando actividades político electorales".
"Pensar que no es trabajador y que no es serio me parece una ofensa. Además, creer que porque abre una página por dos minutos está incumpliendo con su labor me parece algo muy tropical", dijo.
Larraín fue más lejos. “Estamos abusando de este tipo de situaciones", advirtió a sus colegas y dijo:"estamos llegando a extremos en las acusaciones y en la desviación de los temas".
Más allá de la polémica puntal que se levantó por la actitud de Velasco, lo cierto es que a pocas semanas de las elecciones presidenciales y a la espera del dictamen de la Contraloría acerca del rol que pueden jugar los ministros en las campañas políticas, el accionar de los miembros de la administración pública permanecerá en la mira.