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Usuarios acusan déficit en la salud pública:

“Tendré que esperar hasta que me muera”

Las listas de espera continúan siendo una grave deficiencia del sistema de salud chileno y las personas que padecen enfermedades terminales, como cáncer y otras afecciones, viven día a día las consecuencias. Por esa razón, el movimiento de Afectados por la Salud Pública emplazó al ministro Álvaro Erazo a terminar con esta situación en los hospitales y centros de atención fiscales.

Francisco Mardones

  Miércoles 9 de diciembre 2009 20:00 hrs. 
Radio-Uchile

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Las listas de espera continúan siendo una grave deficiencia del sistema de salud chileno y las personas que padecen enfermedades terminales, como cáncer y otras afecciones, viven día a día las consecuencias. Por esa razón, el movimiento de Afectados por la Salud Pública emplazó al ministro Álvaro Erazo a terminar con esta situación en los hospitales y centros de atención fiscales.

Ernestina Rojas, lleva cuatro años esperando por un diagnóstico que asegura tener claro. Según los exámenes, tendría un cáncer de útero, pero hasta ahora ningún médico del Hospital San Juan de Dios ha visto los resultados.La mandan de un lugar a otro, mientras los dolores se intensifican y ramifican por el resto del cuerpo. Por lo mismo, Ernestina acusa discriminación por no tener los recursos necesarios.

“Cuando me hicieron el último examen la persona que distribuye las horas de consulta me indicó que tendría que ser para uno o dos meses más porque el doctor estaba de vacaciones. Entonces, tendré que seguir esperando hasta que me muera”, comentó la paciente.

Algo parecido sucedió con Pablo Llanquihuén, quien sufre de problemas a la próstata y debe utilizar una sonda hasta lograr que lo operen. En el hospital Félix Bulnes lo tramitaron por meses para consiguir una consulta con fecha de garantía. Garantía que no sirvió de nada, porque aún espera. Cuando fue a hospitalizarse, el médico responsable de la intervención simplemente no llegó.

“El papel decía que tenía que operarme a las 20:30 horas. Ni siquiera me llamaron para decirme que no podían operarme porque, según ellos, había fallado la arsenalera. Estuve todo el día en ayuna y no me practicaron ninguna cirugía”, afirmó el afectado.

Luego de varios reclamos, Pablo logró conseguir una nueva hora para el 10 de diciembre, aunque nadie le asegura que no deba seguir esperando otros meses.

Gabriel Belmar sufrió un corte de tendones en la rodilla derecha, afección por la que se operó en Temuco. Después de un año debió trasladarse hasta Santiago, donde comenzó a sentir fuertes dolores en la zona afectada. Acudió al Hospital San Juan de Dios desde donde lo derivaron al hospital Traumatológico para continuar con los tratamientos. Y fue allí donde asegura, comenzó a vivir su peor pesadilla.

“Hoy ando arrastrando la pierna y esto lleva más de tres años. Hace dos que me estoy atendiendo en traumatología y hace quince días atrás, el equipo médico que me estaba viendo me dice que lo siente mucho, pero que no me iban a poder operar. Yo me pregunto, si en este minuto estoy en estas condiciones en tres años más ¿voy a poder caminar? Me gustaría preguntarle al ministro cómo solucionar este problema si ellos engañan a la gente”, dijo Belmar.

La razón que le dan los médicos es que no tienen la convicción de ayudarlo a mejorar su condición, mientras Gabriel apenas puede caminar y menos trabajar.

Casos como estos son tomados por el Movimiento de Afectados por la Salud Pública que recién está en formación, pero que cada día logra más adeptos.

Patricio Suárez, vocero de la agrupación hizo un llamado al ministro Álvaro Erazo, a terminar con los problemas de atención y a brindar un servicio igual para todos.

“Si no tienes recursos no te puedes atender y te mueres. Esa es la salud y la realidad del Chile de hoy. Dónde está la consecuencia de la Presidenta, Michelle Bachelet, que es doctora si su país se está muriendo mucha gente por esperar a ser atendidos”, inquirió el dirigente.

A través de una carta, el movimiento alerta sobre la necesidad de terminar con las listas de espera y las filas que duran horas para conseguir una atención de urgencia.

La propuesta de la agrupación consiste en licitar las listas de espera a servicios privados, para terminar con lo que denominan una publicidad engañosa, en la que las autoridades de salud aseguran que las listas de esperas no existen y las líneas telefónicas para pedir horas están abiertas, pero cuando llaman nadie contesta y cuando piden hora no hay, sino para un año más.

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