Marcado por la contingencia estuvo el debate de candidatos a Rector de la Universidad de Chile organizado por la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile ( FECH).
Víctor Pérez, Jorge las Heras y Raúl Morales, dieron a conocer a la comunidad estudiantil sus programas para llegar a la rectoría. Sin embargo, el encuentro permitió esto y mucho más, ya que a la discusión sobre el fortalecimiento de la educación pública y la idea de potenciar a la Universidad de Chile se agregaron temas de interés nacional como la Prueba de Selección Universitaria (PSU) o el caso Karadima.
Así, el ex prorrector de la Universidad, Jorge Las Heras, solicitó programas de apoyo para el ingreso a la educación superior de los quintiles más pobres, pero también emplazó al actual rector Pérez, para que retire del cargo al decano de la Facultad de Derecho, ell abogado Luis Quiroga, quien esta semana asumió la defensa del sacerdote Fernando Karadima.
“Me parece impresentable, con todo el respeto que le tengo al profesor Ortiz, que siga siendo decano de una facultad de la U. de Chile y esté al mismo tiempo, privadamente, defenda a un sacerdote que ha sido acusado de pedofilia. Eso va en contra del principio laico, pluralista y diverso de esta universidad. Ahí una incompatibilidad de funciones, él debiera haber pensado antes de asumir la defensa que es incompatible con el carácter de decano de la facultad de Derecho”, denunció Las Heras.
El candidato a rector, recordó que Ortiz fue nombrado decano interventor por Víctor Pérez y por ello, considerando “que le está haciendo un tremendo daño a la facultad y a la universidad”, Las Heras exigió que se le retirara de sus funciones.
El actual decano de Derecho también ha sido cuestionado por defender al recién fallecido Paul Shaeffer en una demanda por injurias y calumnias en contra del colono Wolfgang Müller , que había denunciado al líder de Colonia Dignidad de abusos deshonestos. En el caso, Shaeffer resultó ganador y el colono fue condenado a cinco años de cárcel, los que no alcanzó a cumplir, pues huyó hacia Alemania.
Otro de los temas que marcó el debate organizado por la FECH fueron los cuestionamientos por la falta de participación estudiantil en el proceso para elegir a la máxima autoridad de la Casa de Estudios. Para Julio Sarmiento, presidente de la federación y quien actuó como moderador del debate, la situación es clara: si los estudiantes no pueden votar, entonces presionarán mediante las ideas o las manifestaciones.
“Es lamentable que hoy no se pueda votar para las elecciones a rector, pero por lo menos uno puede hacer el mayor uso posible de instancias de discusión, debate. Si bien no podemos expresar ese sentir a través del voto esperamos poder hacerlo a través de la organización, la solidez de las propuestas, la profundidad de los contenidos que abordemos durante el año, las mesas de trabajo, las mesas de negociación por las eventuales movilizaciones. Esa es la herramienta que nos queda a nosotros para hacernos sentir como estamento para influir en la perspectiva de la universidad que nosotros queremos “, aseguró Sarmiento.
La postura es compartida, por ejemplo, por los estudiantes de la carrera de Enfermería que ya cumplieron diez días de paralización de actividades, alegando falta de personal académico calificado e incluso de clases “fantasmas”.
A esta polémica se sumó la denuncia del estudiante de Derecho Fernando Zambrano, quien con documentos en mano, encaró a las autoridades universitarias por no responder al Consejo de Transparencia ante una solicitud de información que realizó .
En medio de ambas situaciones, el decano de la facultad de Ciencias, Raúl Morales, acusó que las tres reformas de pregrado que se han realizado en la universidad durante los últimos años no han considerado una visión unitaria de la Universidad de Chile.
“Eso nos debe llamar a la reflexión que hemos venido haciendo las cosas mal. Lo que tenemos que hacer, sobre la base de los antecedentes que tenemos, es reformular en el mundo académico una propuesta unitaria que permita terminar un ciclo y ese ciclo probarlo y mostrar que efectivamente que es la base de lo que va a ser la formación del pre grado de los próximos diez o veinte años”, sostuvo Morales.
En tanto, el actual rector Víctor Pérez, no solo expresó estar dispuesto a aplazar la PSU, sino que además se comprometió a que el 20 por ciento de los ingresos a la universidad sean de los alumnos más pobres.La máxima autoridad de la Universidad de Chile insistió en la necesidad de un nuevo trato del Estado hacia las instituciones públicas.
“Estoy haciendo un planteamiento para que de aquí a cinco años más, a lo menos, un 20 por ciento de los estudiantes que ingresan a la Universidad de Chile provengan de los sectores municipalizados y subvencionados particulares, utilizando esquemas como los cupos súper numerarios, asegurándonos, primero, que efectivamente identifiquemos a estudiantes talentosos de los sectores vulnerables, pero también que les vamos a dar el apoyo remedial para que salgan adelante en igualdad de oportunidades”, propuso Pérez.
Los tres candidatos definirán finalmente sus aspiraciones el próximo 6 de mayo, cuando se realicen las elecciones por medio de un nuevo sistema de votación, modificación que no ha estado exenta de polémica, pues por primera vez se pondrá en práctica el “voto fraccionado”.