En la madrugada de este martes se derrumbaron unos 200 metros de la ladera de un cerro, cayendo en alud sobre el barrio El Calvario de la aldea oaxaqueña, que cuenta con una población de diez mil habitantes.

Donato Vargas, secretario de bienes comunales del poblado, dijo que los habitantes estaban sumidos en la confusión y se buscaban a unas 400 personas. Según Vargas, la población teme que las personas desaparecidas estén sepultadas dentro de sus viviendas. Por su parte, el gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, comunicó que las cuadrillas de rescate aún no han conseguido llegar a la zona debido a las copiosas precipitaciones que durante las últimas semanas han caído sobre todo el este de México.

Entre tanto, La Secretaría de Gobernación de México activó el Sistema Nacional de Protección Civil. Este organismo federal comunicó el envío de efectivos del Ejército, la Marina y de Protección Civil para trabajar en las labores de rescate, además de maquinaria para las tareas excavación. Las autoridades dijeron que los desprendimientos causados por el mal tiempo han bloqueado las carreteras, lo que hace difícil llegar al lugar a los equipos de rescate.

La población de la comunidad indígena de Tlahuitoltepec se encuentra incomunicada por tierra y tampoco funcionan los teléfonos. Para el pedido de auxilio las autoridades municipales usaron un teléfono satelital. El gobernador Ruiz dijo que en la pequeña comunidad de Tlahuitoltepec, integrada sobre todo por indígenas mixe, pueden haber quedado enterradas hasta 1.000 personas.

En los primeros siete meses del presente año, México registró las mayores lluvias de su historia. A ello se suman las precipitaciones traídas por el huracán “Karl” y la reciente tormenta tropical “Matthew”. Esta situación ha dejado cientos de miles de damnificados en el sur y el sureste del país. Desde que comenzó la temporada de lluvias, en mayo pasado, han muerto en México unas 80 personas, según datos de Protección Civil Federal.

El fin de semana pasado, Matthew provocó lluvias torrenciales e inundaciones en el sureste mexicano. La depresión tropical causó la muerte de tres indígenas, dos de ellos menores de edad, que murieron al derrumbarse su vivienda en el estado de Chiapas.

Después del paso del Huracán Karl, el Servicio Meteorológico de México mantuvo la alerta para los estados de Quintana Roo y Campeche, en la Península de Yucatán, y de Veracruz ,Tabasco y Oaxaca, en el sureste, porque estimó que podría haber deslizamientos de tierra en días siguientes, algo que lamentablemente ocurrió.