Por un error en la farmacia del hospital Calvo Mackenna, un bebé de cinco meses y dos niños de un año recibieron una dosis equivocada de morfina cuando se les iba a practicar un electroencefalograma.
Sin embargo, el personal médico del recinto fue advertido a tiempo de la equivocación, logrando revertir la acción del fármaco al aplicar un antídoto a los niños, evitando consecuencias fatales.
Ante lo ocurrido, el doctor Osvaldo Artaza, director del hospital, reconoció que hubo una falla en el procedimiento, pero subrayó que el personal del Calvo Mackenna está preparado para reaccionar frente a este tipo de situaciones.