Tomando como contexto las exigencias ciudadanas de mayor involucramiento
del Estado en áreas estratégicas de su desarrollo, y aprovechando la
oportunidad para presentar su propuesta al respecto, la Fundación Chile21
convocó a un seminario sobre reforma tributaria, el cual reunió la voz
de parlamentarios del oficialismo y oposición, también de expertos que
aportaron con ideas para canalizar la inversión estatal hacia áreas
prioritarias.

Entre éstas, una de las más mencionadas fue la educación, cuyo sistema
de financiamiento, con baja aporte del Estado, se encuentra en franco
cuestionamiento, aun después de la resistida propuesta gubernamental del
Gran Acuerdo Nacional por la Educación.

En ese sentido, la investigadora Valentina Quiroga, del movimiento
ciudadano Educación 2020, afirmó que las mejoras que se piden para
la para este sector requieren una inyección de recursos que sean

permanentes, lo cual sólo podría lograrse de mediar una reforma al
sistema tributario que pueda garantizar esos montos.

Quiroga apuntó que “es un tema en donde se necesitan muchos más recursos,
que no son posibles de obtener por ajustes presupuestarios. La cantidad
de recursos que se necesita para financiar el sistema educativo requiere
palabras mayores, donde una reforma tributaria está completamente
justificada. Estimamos en 4 mil millones de dólares adicionales para
financiar la cobertura de educación preescolar, aumentar los salarios
docentes y destinar recursos a zonas vulnerables”.

Como único representante del oficialismo en la mesa de discusión, el
senador de Renovación Nacional Francisco Chahuán se manifestó de acuerdo
con la realización de una reforma tributaria, indicando que el propio
gobierno estaría trabajando en un proyecto de ley que fue presentado a
comienzos de la administración del presidente Sebastián Piñera.

Sin embargo, Chahuán señaló inclinarse por un modelo de reforma
con énfasis en la redistribución de la carga tributaria antes que
en el aumento de ciertos impuestos, y apuntó que “necesitamos una
redistribución de la carga tributaria, que baje el impuesto de la clase
media, que permita emprendimiento económico. Que las pymes tengan una
tributación diferenciada, que se castigue a la contaminación. Eliminar
discriminaciones y evasión de impuestos, esos son los temas que estamos
dispuestos a discutir de verdad”.

Opinión que fue contestada por el senador del PPD Ricardo Lagos Weber,
quien consideró que la reforma debe involucrar también el fortalecimiento
de algunos mecanismos de recaudación fiscal, para cuya implementación no
existe suficiente voluntad política, como es el caso de los royalty.
En ese sentido, Lagos Weber criticó al actual gobierno por haber
eliminado en el último tiempo una serie de impuestos de gran importancia
en beneficio de las grandes empresas, medida que a la larga terminará
afectando los montos de recaudación tributaria.

“A todas luces van a faltar recursos, porque este gobierno terminó
rebajando permanentemente muchos impuestos, y alzó temporalmente el
impuesto a las empresas, entonces en 2014, Chile recaudará menos plata
que lo que se obtenía por impuestos en el gobierno de Michelle Bachelet”,
apuntó el parlamentario.

Pero también otras organizaciones aprovecharon la instancia para
presentar a expertos y políticos sus propias iniciativas para la
reforma tributaria. Tal fue el caso de la Asociación de Fiscalizadores
de Impuestos Internos, que como explicó su presidente nacional, Juan
Apablaza, ha trabajado en una propuesta de reforma integral; esto es,
readecuar la estructura tributaria mediante combinando la esencia de los
objetivos planteados por los parlamentarios: recaudar más, pero también
ser más equitativos en la distribución de los recursos.

Respecto a esto último, Apablaza dio cuenta de la gran cantidad de
artículos legales que han servido a los grandes contribuyentes para
eludir impuestos y tributar montos menores a lo que realmente les
correspondería. “Hay que levantar y aplicar mayores impuestos a quienes
tienen más dinero y recaudan más, pero esto va ligado a establecer una
estructura tributaria para que no hayan ventanas de escape y eludir
impuestos. La situación es crítica, tenemos una evasión del 18 por

ciento, con una baja muy lenta, con un PIB que crece rápidamente”.

Apablaza agregó que otro de los pilares fundamentales para evitar la
elusión de impuestos es el trabajo de los fiscalizadores, quienes han
logrado reducir los índices más allá de las expectativas planteadas para
proyectos puntuales.