El movimiento estudiantil vive horas críticas del momento en que los estudiantes secundarios, quienes representan el sector más radicalizado de la paralización, están a pocos días de cumplir el plazo de inasistencia y, con ello, perder el año académico.
Así lo señaló el alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett, quien apuntó que si los alumnos no vuelven a clase este lunes 1 de agosto, se supera el 15% de inasistencia. “El año escolar ya está perdido, pase lo que pase con las negociaciones”, declaró el edil capitalino.
El vocero de los alumnos del Instituto Nacional Barros Arana, Diego Mellado, señaló que los secundarios están conscientes de la posibilidad de perder el año, y que no temen a ello, ya que es el gobierno quien tiene más que perder ante la falta de acercamiento. “
“La tónica que se ha mostrado a nivel nacional es que todos queremos llegar hasta las últimas consecuencias. Esta es una movilización única, que está peleando por demandas estructurales, y no tenemos miedo. Sabemos que es una medida de riesgo del gobierno, porque es mucho más importante para ellos perder un año administrativo, que para nosotros perder un año escolar” recalcó el dirigente.
Por su parte, el alcalde de Providencia, Cristián Labbé, interpuso un recurso de protección en contra de los dirigentes de los liceos tomados en la comuna. El edil llegó hasta la Corte Suprema acompañado de Eduardo Vásquez, abogado de la Corporación de Desarrollo Social de Providencia, quien explica los detalles de la acción judicial.
El abogado indicó que “el recurso de protección es una acción de carácter constitucional, destinado a proteger las garantías constitucionales establecidas en el artículo 20, entre ellas la libertad de enseñanza y el derecho de propiedad. Eso es lo que se está pidiendo que se ampare, que se regularice el funcionamiento de los establecimientos educacionales”.
La medida fue duramente criticada por los estudiantes, quienes señalaron mantener la movilización hasta las últimas consecuencias. Camila Sepúlveda, del Liceo Carmela Carvajal, apuntó el recurso como parte de la estrategia de Labbé por bajar las tomas. “Creo que es netamente una nueva forma de represión, un nuevo intento de bajar las movilizaciones, como lo ha hecho este mes y medio. Es una artimaña más del alcalde para bajar el movimiento. Nosotros estamos conscientes de que podemos perder el año, pero creemos que nuestra lucha es justa y tiene un real trasfondo, no nos amedrenta que nos amenacen con eso, nosotros no queremos que este sea un tiempo perdido”, declaró.
Los dirigentes mantienen distintas reuniones para definir nuevas movilizaciones, quienes solicitaron un encuentro con el ministro Felipe Bulnes para plantear su petitorio. Al margen de ello, 34 estudiantes mantienen una huelga de hambre por la educación pública, la que ya se extiende por una semana.